Un claro de luna sin amarguras, soy gaviota sin alas, escultura fría sobre un pedestal.
Soy a veces ternura, quien todo lo entrega sin reserva ninguna, un alma enamorada, una soñadora ilusionada, un cascabel de risas que mira la vida de frente sin dejarse apabullar. Soy la alegría que brota de una herida…
Soy la estatua de hierro que llora a escondidas, soy la tristeza, una lágrima congelada por la espera,
Un rayito de ternura, un torrente de emoción, esperanza viva, un presente, un ahora…
Soy la ilusión en la aurora, nostalgia del atardecer, hoguera encendida al anochecer.
Escultora de sueños, sembradora de amor, un verso latente, un lienzo en tus manos, el susurro que lleva el viento, el aliento que te roza en las mañanas, la brisa que agita tu ventana, quien pinta un arco iris con el reflejo de tu mirada, quien te roba una sonrisa, soy quien besa la rosa que me abrió tu pecho entre versos y prosas. Soy tormenta, mar embravecido, soy deseo vivo, soy tu muelle, soy la calma, soy abrigo, soy amor, soy quien cree que el amor nace desnudo, rompe razones y se empina a la altura del sol…
Soy todo y soy nada… solo soy
María Jiménez Va.