Tras el umbral del desconcierto.
Sobre el revés de su cordura.
Entre lo insondable de sus pensamientos,
y la ambigüedad de lo que siente.
Envuelto en escalofríos de funestos pensamientos.
Atrapado entre marañas de un ayer ya muy lejano.
Ahogado en el llanto y la desesperación.
Encerrado en su mundo de no aceptación.
Los por qué, deambulan como entes
desnudos en su mente sin hallar respuestas aparentes…
Desesperado se inventa un mundo para disfrazar
su miedo y su dolor
ya ni duerme, se volvió habitante de la noche,
esclavo del insomnio hundido en agujeros negros,
recorriendo estériles espacios donde sus sueños
nacen sin alas y sus palabra mueren en el vació.
Cerró su corazón con mil candados y sus ojos al presente.
Su vida se vistió de negro desde que ella se marcho.
Las sábanas hieren su piel, el silencio lo lacera y la
tristeza lo avasalla
Adoptó el transitar al lado contrario de la felicidad,
creyendo que así
la honra, se olvidó de vivir
Silenció sus deseos, desvaneció sus ilusiones, se olvidó de
sonreír
así va moribundo corazón que no ha podido morir del todo,
entre tormentas de ausencias, remordimientos y penas.
Pidiendo a la noche en repetida plegaria, entrar de espaldas a la tierra...
María Jiménez Val.
2010
Registro DNDA (Dirección Nacional de registro de derechos de autor)
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